Los grandes cocineros siempre lo han tenido claro: las hierbas, plantas y especias naturales que sean saludables para el ser humano, también pueden estar presentes en la cocina. Sin embargo, en la cocina tradicional de cada una de las regiones de España, la mayoría de ellas se han venido utilizando para dar aroma en la mayoría de sus casos y, en menor medida, para darle un toque de color al plato.
Sin embargo, pocas recetas son las que incluyen plantas como parte de los ingredientes principales de las mismas. Eso en España; sin embargo, en otros países es muy habitual cocinar con ellas. China, Japón, India, algunos países de África o de América Latina, llevan siglos utilizándolas. La moringa es una de ellas.
Por esta razón, hoy queremos hacer un pequeño repaso de sus propiedades, pero, sobre todo, centrarnos en las recetas que podemos preparar en casa, sin necesidad de ser grandes cocineros, pero sin con ganas de probar nuevos platos o de darle un toque diferente a los platos tradicionales.
Así que si te apuntas, coge papel y boli porque esto empieza ahora mismo. Y, por supuesto, no te olvides de tener una taza de tu infusión favorita, mientras lees este artículo: seguro que te inspira doblemente.
Propiedades de la moringa
América Latina, India y algunos países de África son los lugares donde más se consumen las hojas de este arbusto que se han venido utilizando en la medicina tradicional de estos lugares para reducir problemas como dolores de cabeza, otitis, problemas de hígado, digestivos, de próstata, de estreñimiento e,incluso, para reducir la fiebre, entre otros.
En resumen, la moringa se caracteriza por sus propiedades antiinflamatorias, depurativas, dietéticas o diuréticas, entre otras. Pero, ¿sabrías decirme cómo se consume? Hay diferentes maneras, aunque la tradicional es infusionando directamente sus hojas.
Sin embargo, triturando las hojas de moringa se consigue elaborar un polvo verde, muy similar al té matcha, que facilita enormemente su uso para la cocina, pero también para la cosmética, ya que sus beneficios para el cuidado de la piel son de sobra conocidos.
¿Sabías que la moringa tiene 7 veces más de Vitamina C que la naranja? ¿O que contiene 4 veces más de calcio que un vaso de leche y 2 más de proteína que un yogur? Tampoco podemos dejar de mencionar que tiene 3 veces más de potasio que los plátanos y 4 veces más de vitamina A que las zanahorias.
Usos de la moringa en la cocina
De la moringa se aprovechan, principalmente sus hojas, pero en función de la presentación de las mismas, se utilizará para unos fines u otros.
Por ejemplo, las hojas secas de la moringa se utilizan mucho en las ensaladas, como las espinacas o las algas. Tienen un sabor muy suave, que resulta agradable al paladar. También es común utilizar las hojas secas para guisos. Y, secas, pero trituradas (en polvo) se emplean para zumos naturales, diuréticos y depurativos.
Y, ¿qué pasa con las hojas de moringa secas? En este caso se utilizan como las hierbas aromáticas, tipo el laurel, para guisos o cocinar carnes como el pollo.
¿Eres de los que comes apio o zanahorias crudas a modo de tentempié? Ahora puedes utilizar también la raíz de la planta de la moringa. Eso sí, el sabor es algo más picante. No siempre le gusta a todo el mundo. De esta misma raíz también se extrae un aceite, que viene genial para condimentar ensaladas, por ejemplo.
Recetas con moringa
Vamos a compartir 3 recetas que hemos elegido para vosotros. Los ingredientes son muy sencillos de encontrar y la elaboración os va a resultar muy cómoda y divertida:
Receta 1: tomates rellenos con carne y moringa. Vas a necesitar: 8 tomates medianos ( o uno por cada comensal), 400 gramos de carne picada, media cebolla, medio pimiento verde, 2 cucharaditas de aceite, 8 de moringa en polvo, 1 diente de ajo, sal al gusto y media pastilla de caldo para carne.
Cuando tengas todos los ingredientes, empieza por cortar la cebolla, el ajo, el pimiento en trocitos muy pequeños. Pon a calentar la sartén y cuando alcance una temperatura media alta, añade esos ingredientes, junto con la sal y la pastilla de sopa diluida, además de la carne, de manera que esta última coja todos los sabores de las verduras.
Por otro lado, lava los tomates y corta los 2 extremos (como si abrieras una tapa. En uno de ellos saca toda la pulpa y añade la carne que tenías en la sartén.
Para emplatarlo, puedes preparar una salsita de pimientos del piquillo un poco de queso azul o, simplemente, hacer un bonito dibujo con vinagre de Módena, que deleite la vista de tus invitados.
Receta 2: batido de moringa. Es perfecto para comenzar el día con energía, especialmente si eres una persona que se mueve mucho, deportista o que ese día lo vas a practicar. ¿Qué necesitas? 2 plátanos, medio mango, 1 vaso de leche, 1 cucharada de moringa en polvo (si no la tienes así, tritura unas 3 ó 4 hojas).
Cuando tengas todos los ingredientes sólo tienes que pelar y cortar la fruta en cachitos, de manera que luego le facilites el trabajo a la batidora. A continuación mete esos trozos en el vaso de la batidora, añade la leche y la moringa, y bate. Hay quien también suele añadir almendras o nueces a este batido, para hacerlo todavía más energético. Todo depende del uso que la vayas a dar.
En verano, si lo deseas, también le puedes añadir unos hielos o dejarlo enfriar durante, al menos, dos horas en la nevera y, eso sí, cuando lo saques, les das un par de vueltas con una cuchara, para que todos los ingredientes se vuelvan a mezclar. Otro truco sería que la leche y la fruta ya estuvieran frías y el batido quedaría fresco, de base.
Receta 3: Tortitas saludables de moringa. Perfectas para un buen desayuno energético y no pasar hambre en toda la mañana. Para elaborarlas vas a necesitar: 2 cucharadas de moringa, 200ml de leche, 1 puñado de espinacas, 4 cucharadas de avena, 3 claras de huevo, 3 cucharas de sirope de ágave y 1 plátano.
Para empezar, vamos a hidratar la avena con la leche, así que mezclamos ambos ingredientes en el vaso de la batidora. Por otro lado, cortamos las espinacas, el plátano y añadimos la moringa (a ser posible, en polvo y si no la tienes, tritura unas 10 hojas, para que tengas suficiente polvo).
A continuación, añade las claras y, por último, el sirope. Mezcla todo bien en la batidora y deja reposar entre 10 y 20 minutos. Si lo puedes dejar del día anterior, mejor que mejor, pero si no, las puedes hacer en el momento.
Cuando ya tengas la mezcla reposada, sólo tienes que verter la cantidad que más te guste (en función del grosor que desees) a la sartén y hacerlas vuelta y vuelta. Se hacen muy rápido, así que ten cuidado de que no se te quemen y, sobre todo, utiliza una sartén que sepas que no se pega, porque sería una pena que se te estropeara este desayuno especial, por culpa de una sartén.
Moringa en Aromas de Té
Por supuesto y como colofón a cualquiera de esta receta, te invitamos a que la acompañes de una infusión de Moringa ecológica o la infusión de moringa y frutos secos que tenemos a tu disposición en Aromas de Té.
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