Cuando comenzamos a visitar los mercados temáticos más importantes de España, eran muchos los que nos hacían la misma pregunta: ¿Por qué presentáis los productos en paquete y no en cestas con el té suelto, como lo hacen los demás? ¿Es por diferenciaros? ¿Es porque no disponéis de suficiente cantidad?
Nadie sabía el motivo, pero a nosotros nos gustaba que nos preguntaran, porque la respuesta les llevaba a entender el respeto que sentíamos por nuestro producto y, por ende, por nuestros clientes.
Lo cierto es que no, no se trataba de querer ser los más originales del mercado o de tener poco género. Lo único que buscábamos con ello era proteger nuestros productos, esos que probablemente tú también has comprado en alguno de esos mercados o en nuestra tienda online, de los elementos externos que pueden dañarlo y, por tanto, perder la calidad, el aroma y el sabor por el que tanto trabajamos cada día.
Y es que sí, el té expuesto al aire libre puede sufrir alteraciones y enseguida te vamos a contar los motivos. ¿Por qué? Porque hoy queremos aprovechar este espacio semanal para explicarte cómo conservar tu té en casa en las mejores condiciones, de manera que, lo tomes cuando lo tomes, se encuentre en perfectas condiciones.
Los enemigos del té
Ahora que ya hemos entrado en materia te puedo contar por qué desde el primer momento vendíamos nuestros productos en sus respectivos envases. Y es que si algo tiene el té, así como el resto de plantas y hierbas de consumo humano, es que tienen 3 enemigos comunes principalmente:
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El sol
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La humedad
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El polvo
Precisamente, esos tres factores se pueden juntar en un mismo día en un mercado temático de los que solemos visitar. Así que…¿por qué correr riesgos exponiendo nuestro producto, pudiendo ofrecerlo de una manera segura? Ya ves que nuestras razones siempre han sido buenas y que lo hacíamos también por ti.
Además, todos los productos que nos has visto dar a oler o que tú mismo nos has pedido oler, los hemos guardado después para uso propio, de manera que es seguro que cualquiera de los paquetes que te hayas llevado a casa no hayan sido abiertos en ningún momento.
Peeeero…como bien sabes, no nos conformamos con lo primero que conseguimos: siempre buscamos ir más allá y seguir mejorando. Así que, ¿qué hicimos? Buscar un tipo de paquete que protegiera, todavía más, nuestro producto de sus mayores enemigos.
Y, sí, lo conseguimos: los nuevos paquetes que puedes comprar ahora cuando adquieres alguno de nuestros productos son completamente inviolables, además de que no puede entrarle ni el aire, ni el agua, ni el polvo, tal y como pasaba antes, pero es que, además, ahora tú mismo te puedes asegurar que nadie lo ha abierto antes.
Sabemos que el cambio no ha gustado a todo el mundo. Nos han juzgado de ser menos artesanales y en eso se equivocan de nuevo. Y es que si bien es cierto que el paquete puede ser menos artesanal, porque ya no lo cerramos a mano, sino que lo hace una máquina, todo el proceso previo que realizamos en nuestro almacén hasta que ese té entra en el paquete, es completamente artesanal.
Por cierto, por si no sabes nuestra última novedad, ahora, además de inviolables, nuestros envases también son 100% biodegradable. Nos ha costado muchos esfuerzos, pero nos hace muy feliz poder gritarlo a los cuatro vientos, porque nos lleva hacia donde queremos: ser más y más sostenibles. No sólo con tés naturales y ecológicos, también con los envases en los que van esos productos.
Y cuando llega el té a tu casa, ¿qué sucede?
Uno de los motivos por los que no había convencido a todo el mundo el cambio de paquete es porque antes, eran muchos, por no decir la mayoría o todos, los que utilizaban el cierre manual que dábamos para cerrar una y otra vez el paquete en casa.
Con el actual es verdad que no se puede, pero si lo cierras con una pinza de la ropa o con las típicas de las papillas de bebés, no hay ningún problema. Eso sí: si eres de los que no consume el té en unas semanas, lo mejor es que lo conserves en otros envases mucho más adecuados para guardar el té en casa.
El mejor lugar para hacerlo es en un bote o lata hermético, a ser posible opaco e introducir ese bote o lata en un lugar fresco y seco, evitando así la humedad. La luz y el polvo lo evitarás con las latas. De ahí que puedas encontrar un amplio número de ellas en nuestra tienda de té.
Latas de tamaño pequeño, perfectas para llevar en el bolso, al trabajo o de fin de semana, de manera que puedas tener tu bebida favorita siempre a mano. Latas de té grandes, las que guardarás en casa. De hecho, son muchas las personas que nos cuentan que nada más recibir el paquete, lo primero que hacen es meter el té en este tipo de latas.
¿Nuestra recomendación? Que si eres de las personas que cambia a menudo de té, apuntes de qué tipo de variedad se trata, de manera que si tienes diferentes latas, sepas a qué corresponde cada una de ellas.
Si quieres apuntar la fecha, también es una buena opción, eso sí, ya sabes que los tés no se caducan, si bien, al tratarse de un producto alimentario, es necesario poner la fecha de consumo preferente, tal y como hacemos nosotros en nuestros productos.
¿Esto quiere decir que después se van a poner malos? No. De hecho, conservan todas las propiedades, tanto el sabor como el aroma, aunque este último, especialmente si se trata de infusiones afrutadas, puede reducirse algo, pero en el sabor no se notará una vez infusionado el producto.
Otros modos de conservación
Algunas variedades, como es el caso del té rojo y del té negro, que son las variedades más fuertes, también pueden ser conservadas. De hecho, hay quién lo hace para mantener la frescura de las hojas durante más tiempo y las conservan en pequeños paquetitos, de manera que se tomen el producto con la cantidad justa que necesitan, para cada ocasión.
¿Cómo hacerlo? Será necesario que quites todo el aire de la bolsa, antes de meterlo a congerla. Lo mejor es que utilices bolsas de congelados o lo metas en bolsas herméticas (sin romper las hojas de té a ser posible), de manera que no entre el aire y así no se estropee el té
Olores y temperatura
Lo más normal es conservar el té en la cocina, porque es el lugar en el que lo vamos a preparar y no pasa absolutamente nada por hacerlo. Sin embargo, si lo vas a hacer así, ten en cuenta, por un lado, no guardarlo junto a otros alimentos que tengan un olor fuerte, ya que éste puede interferir en el del té.
Por otro lado, hay lugares de la cocina donde la temperatura puede variar mucho en función del momento del día. Así que guárdalo en aquellos armarios donde esté más alejado de los fogones e, incluso, si tienes alguna alacena, lo mejor será que lo hagas allí, ya que suelen ser armarios protegidos del calor.
Y tú, ¿cómo lo conservas?
Nos despedimos ya, pero nos gustaría saber si tú también sigues alguno de estos pasos o tienes otro consejo que aportar y que nos encantará saber.
Lo mismo que nos hará muy felices saber que te ha gustado este artículo y que por eso lo compartes en tus redes. ¡Hasta el próximo post!