Es una de las infusiones más vendidas del mundo, junto con la menta, el regaliz y el anís. en Aromas de Té puedes comprar infusiones de todos tipo de la más alta calidad. El motivo principal es que tiene tantos beneficios para la salud, que siempre ha estado presente en los hogares.
De hecho, si te pregunto a ti o hago una encuesta entre las personas que, como tú, están leyendo este artículo, muchas me dirán que la primera infusión que tomaron en su vida y la que siempre recuerdan en su casa, es la manzanilla. ¿Verdad que también es tu caso?
Bueno, pues más allá de tomar infusión de manzanilla para mejorar nuestra salud general, la manzanilla también se ha venido utilizando en cosmética, tanto para el cuidado del cabello (ya sabes que la manzanilla es buena para desenredar el cabello, pero también para aclarar el cabello y mantenerlo hidratado), como para el corporal, de hecho, son muchas las mascarillas cicatrizantes y las hidratantes que utilizan los aceites y el extracto de manzanilla con este fin.
Estos dos puntos son muy conocidos, pero lo que no todo el mundo conoce es que las flores de manzanilla también se pueden utilizar en las recetas de nuestro día a día, tanto para suavizar los platos y las salsas, como para aromatizar recetas.
Precisamente, es en este último punto donde hoy me voy a detener. Para ello he recopilado una serie de recetas de carnes, aves de diferentes blogs para dar un toque personal a tus platos que me han parecido muy interesantes, de las que me he quedado con dos, por ser muy completas y que te van a dar ideas para cocinar primeros y segundos platos, pero también postres.
Así que si eres tan cocinitas como nosotros, solo tienes que coger papel y boli o, directamente, ponerte el mandil, porque empezamos y ponerse con las manos en la masa es más que recomendable.
3 motivos para utilizar manzanilla en la cocina
Prometo que ya mismo voy con las deliciosas recetas, pero antes quería darte las razones por las que cocinar con manzanilla te va a dar grandes alegrías:
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Es una de las mejores infusiones para cocinar verduras y hortalizas: especialmente en lo que a ensaladas frescas se refiere, porque podemos cambiarla por el vinagre o, en caso de que lo sigamos empleando, va a reducir su acidez y, por tanto, no va a dañar nuestro estómago, especialmente si usamos vinagre de mayor grado de acidez, como es el vinagre común de cocina).
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Ayuda a suavizar las verduras: sobre todo cuando las cocinamos al vapor o a la brasa, utilizar una aceite de manzanilla hará que queden crujientes por fuera, pero blanditas por dentro, algo que se agradece mucho en aquellas que pueden tener pieles más difíciles de digerir como, por ejemplo, las berenjenas.
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Aromatización muy agradable: hay personas a las que les encanta el aroma de la manzanilla. Algo que, sinceramente, no me extraña nada porque es realmente placentero.
Y, ahora, sí, vamos a por las recetas prometidas.
Receta de sopa de verduras, quinoa y manzanilla
Empezamos por un plato que sienta especialmente bien en invierno o en los días de más frío, pero que, en realidad, se puede tomar en cualquier época del año. Porque, oye, es verdad que no es lo mismo tomarse una sopa caliente en invierno que en verano, pero que sienta bien al cuerpo, seguro.
Por eso, hoy compartimos con vosotros esta receta que hemos visto en la revista Cocina Hoy, a la que nosotros hemos dado nuestro propio toque y para la que vas a necesitar los siguientes ingredientes: 2 litros de agua, 3 ó 4 tipos de verduras que te gusten, como calabaza, zanahoria, cebolla y apio.
Además, también necesitas: 1 hueso de jamón, 1 trozo grande de gallina, pimienta y romero al gusto, 1 taza de quinoa por cada comensal y la misma cantidad de agua. Por último, 3 cucharadas de flores de manzanilla para infusión y 250 ml por cada cucharada.
Una vez tengas todos los ingredientes, esta receta es necesario que la hagas en 3 partes: la primera de ellas consiste en preparar la infusión. Como lo más normal es que tengas una taza o un termo en el que te quepa la cantidad correspondiente a 750 ml de agua, lo puedes hacer tranquilamente en 3 tazas e incorporarlas en el paso que te cuento después.
Por otro lado, en una cazuela rehogar la carne que vas a utilizar para la sopa, junto con la cebolla cortada en cachitos bien pequeños; déjala hasta que dore. A continuación añade las verduras cortadas en trozos grandes, la sal al gusto y vierte los 2 litros de agua. Tendrás que dejarlo así durante 3 ó 4 horas, por lo que te recomiendo que hagas la sopa el día anterior o la hagas bien temprano, teniendo en cuenta que necesitas ese tiempo.
El caldo deberá de estar a fuego medio-lento, pero que hierva un poquito. Cuando queden 15 minutos, coge un poco de ese caldo para hacer la quinoa en otro cazo, así cogerá el gusto de la sopa; si se te ha quedado muy corto de caldo, lo puedes hacer con agua mineral.
Durante ese tiempo también añadirás la pimienta y el romero. Por último, añade a la olla la quinoa y la manzanilla y saca la gallina para cortar la carne en pequeños cachitos que, después, volverás a añadir a la sopa. Mezcla bien y ya estará lista para servir. Es importante que los comensales se tomen esta sopa bien calentita, pero sin necesidad de que se quemen la lengua.
Se trata de un plato muy concreto, ya que incluye las verduras, la carne y la quinoa, por lo que no tienes que tener miedo de tomar solo este plato, siempre y cuando esté bien proporcionado, es decir: que haya mucha verdura, un cuarto de carne y otro tanto de quinoa. ¡Buen provecho!
Pollo con salsa de manzanilla y verduras
¿A quién no le gusta un delicioso pollo asado? Creo que es uno de los platos de aves más sencillos y de los que más gustan tanto a mayores como pequeños. Hoy te quiero enseñar a darle una vuelta de tuerca, sirviendo el pollo con una salsa suave y rica, que está para chuparse los dedos y que vas a acompañar con una ración de verduras, de manera que el plato sea todavía más completo.
¿Qué necesitas? 1 kilo de pollo troceado, 1 bandeja de setas, 1 pimiento verde grande, otro rojo, brotes de soja, 1 cebolla y 1 puerro. Por otro lado, vas a necesitar 150 ml de manzanilla, 1 cucharada de miel, 50 ml de soja y sal al gusto.
Por un lado, pondremos a precalentar el horno a 180 grados y, mientras tanto, iremos preparando el pollo en la bandeja del horno que después vayamos a meter. Para ello solo tienes que salpimentar el pollo al gusto y cortar entre media y un cuarto de cebolla en juliana; cebolla que repartiremos por la bandeja. Por último, si tienes aceite en spray, pásale una pincelada, de manera que el pollo quede más jugoso (esto último es solo una recomendación).
Metemos al horno a 220 grados, durante 40 minutos aproximadamente (dependerá de cómo sea tu horno).
Mientras pasa este tiempo, cortaremos todas las verduras en juliana, junto con el resto de cebolla que ha sobrado y las haremos a la plancha, con un poco de aceite y sal. Sabremos que están listas cuando empiecen a dorar y estén crujientes.
Por otro lado, en una sartén a fuego medio haremos una salsa con la infusión de manzanilla, la soja y la miel. Basta con calentarla un poco y mezclar, de manera que todos los ingredientes liguen.
Si prefieres la salsa un poco más gordita siempre puedes añadirle un poco de harina o maizena, pero un toquecito nada más.
Cuando todo esté listo, solo queda servir y emplatar. Para ello, coge un trozo o dos de pollo (en función de lo que quieran los comensales), vierte una o dos cucharaditas sobre el pollo de la salsa que has preparado y haz lo mismo con la verdura.
Para que sea un plato todavía más completo, puedes servirlo con una ensalada de lechuga y tomate. ¡Disfruta de la comida!
Manzanilla natural y ecológica
Ya ves que tienes dos recetas que bien pueden ser el plato único del día si haces un buen reparto de los alimentos: la mitad del plato verdura, el resto, un cuarto de proteína y otro de granos, a priori, integrales.
En cuanto a la manzanilla, en Aromas de Té ponemos a tu disposición 4 opciones de manzanilla:
- Infusión de manzanilla natural
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Infusión de manzanilla ecológica
Solo te queda elegir con la que más te sientas identificado, tanto en origen como en formato.
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Tila y manzanilla juntas
¡Te esperamos en los próximos post!