¿Cómo lo harían? Eso es lo que siempre me pregunté sobre las pinturas de aquellos primeros hombres que dejaron sus ilustraciones en las paredes de las cuevas que habitaban. Sangre de animal en la mayoría de los casos, para interpretar las escenas vividas. Siempre ha sido una gran herramienta el storytelling y se puede decir que ahí estaban los indicios de esta forma de redactar que tanto nos gusta utilizar.
Lo cierto es que a lo largo de la historia y sin que llegara la química a nuestro mundo, la pintura siempre ha estado presente. De una forma más o menos desarrollada, pero ha formado parte de nuestra civilización y para conseguirlo, ha sido esencial el estudio y uso de plantas y frutas que conseguían que los hombres pudieran pintar desde los principios de su existencia.
Hoy sabemos que las cerezas pintan de un color muy llamativo o que la curcumina, la sustancia de la cúrcuma, también nos ayuda a lograr colores espectaculares y de manera natural, pero hicieron falta muchos años para saberlo.
Por esta razón y aunque de manera muy reducida y sencilla, queremos hacer un pequeño recopilatorio de las plantas y frutas que nos ayudan a teñir nuestras prendas de manera natural.
¿Por qué? Porque sabemos que, como a nosotros, a ti te encanta poder vivir en un mundo lo más natural posible, libre de tóxicos que ni te hacen bien a ti, ni al entorno y personas que te rodean. Sin duda, una manera más de contribuir a cuidar el medioambiente, pero también ideal para dar otro color a tus prendas.
Historia de los tintes naturales
Aunque pueda parecer que los tintes químicos llevan siglos con nosotros, lo cierto es que hasta 1856 sólo era posible teñir las prendas, mediante el uso de tintes vegetales. ¿Qué pasó ese año? Que se descubrió la malveína, gracias a William Henry Perkin.
Eso sí, como dato curioso, cabe señalar que el hallazgo fue casual, puesto que el joven Perkin (sólo tenía 18 años) estaba intentando conseguir un remedio más económico para tratar la malaria, pero lo que encontró fue un líquido que conseguía teñir sobre la ropa la malva, pero de una manera intensa y como nunca se había hecho antes.
De hecho, seguro que has escuchado hablar de la “Década Malva”, cuyo nombre se debe a que tuvo tal éxito este descubrimiento en un momento donde la industria textil en Inglaterra estaba en pleno auge, que cuando la Reina Victoria de Inglaterra acudió a la boda de una hermana, ataviada con un vestido teñido de este color, lo puso de moda y todo el mundo lo quería utilizar.
Frutas que te ayudan a teñir la ropa
A continuación voy a pasar a mencionar algunas frutas y los colores que se pueden obtener de ellas. Algunos son obvios, otros no tanto:
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Frutas que dan colores azules: las moras negras para un azul intenso, los arándanos, para un azul con tonos morados.
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Frutas que dan color amarillo: las granadas. Por curioso que pueda parecer, así es. Se trata de un amarillo bastante claro.
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Para conseguir color rojo con frutas: el hibisco seco. Sólo tienes que ver lo bonita que es la infusión de esta planta cuando la tomas. Imagínatela en las prendas.
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Colores rosas con frutas: principalmente las fresas, las frambuesas y las cerezas. Las dos primeras dan rosas menos intensos que la última.
Plantas y hierbas para teñir la ropa
En este caso vas a necesitar:
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Para colores rojos: las raíces del diente de león o el capulín, por ejemplo.
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Para colores amarillos: las flores de la calédulala, Hierba San , el girasol o el trébol rojo.
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Para naranjas: las hojas de eucalipto.
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Si quieres azules: lo vas a lograr con los pétalos de jacintos y de acianos.
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El color verde: lo puedes conseguir con té matcha, hojas de duraznos o flores de lilas.
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Los marrones: con las hojas de hinojo, las ramas de hiedra y para un marrón oscuro, con granos de café.
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Negro: con el té negro, aunque es verdad que éste, junto con el azul, es uno de los más difíciles de conseguir.
Verduras y hortalizas para teñir de manera natural
Porque con ellas también se pueden conseguir colores únicos y diferentes a los que puedes conseguir con las frutas o las plantas.
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Para conseguir amarillo: el apio
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Naranja: lo vas a lograr con zanahorias o calabazas
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Rojo: y, por cierto, un rojo diferente y precioso, con la remolacha.
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Verdes: con hojas de espinaca y con pieles de cebolla
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Marrón: si unes remolacha con granos de café
¿Y las especias?
También. Por ejemplo, la cúrcuma o el curry nos ayudan a conseguir tonos naranjas naturales. Por otro lado, la mostaza nos ayuda a conseguir el color amarillo y el azafrán un color entre naranja y rojo.
Antes de ponerte a teñir
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que ni las frutas, ni las verduras, ni las hortalizas, plantas o especias que hemos mencionado más arriba pueden (salvo en casos contados) teñir las prendas por sí solas.
Uno de los complementos más habituales para lograr que estos colores penetren en las prendas son: la sal, el vinagre o el alumbre (un sulfato natural que se encuentra en las rocas, principalmente).
A partir de aquí, todo va a depender del tipo de tela que queramos teñir y de tinte natural que utilicemos, aunque el proceso es, más o menos, el mismo. Sin embargo, queremos centrarnos en dos ejemplos: teñir con café y teñir con té negro.
Teñir ropa con café
Para lograr marrones oscuros o negros, de manera natural, aunque si lo mezclas con otros productos naturales, como las zanahorias o el azafrán, vas a conseguir colores más claros o si lo mezclas con té matcha, vas a conseguir un verde oscuro.
¿Qué productos vas a necesitar? Vinagre, sal (3 cucharadas de cada uno de estos, por cada litro de agua), agua (la cantidad que pueda cubrir la ropa en un barreño), granos de café (variará en función del tamaño de la ropa) y tela blanca de algodón.
Ahora que ya tienes todo, los pasos a seguir son los siguientes. En primer lugar, poner el agua a hervir y cuando llegue a este punto, añades los granos de café. Baja un poco el fuego, pero deja que siga hirviendo durante una hora y media.
Pasado este tiempo, cuela los granos de café y vierte la infusión en un barreño donde te va a caber la ropa que quieres teñir y déjalo así durante unas dos horas. A continuación, añade la sal y el vinagre y remueve con un palo.
Por último, vuelve a dejar reposar esa mezcla durante dos horas y pasado este tiempo escurre la ropa y cuélgala. Cuando esté seca, fíjate bien que se haya expandido el tinte por toda la ropa y si es el caso, plancha. Si no se ha cubierto todo o no has conseguido el tono de marrón que querías, tenlo en cuenta para la próxima vez y repite la operación si es posible.
Teñir ropa con té negro
Para conseguir tonos amarillos o marrones, en función de la cantidad y el tipo de té negro que se utilice. En este caso, tanto los productos, como los pasos a seguir, son exactamente los mismos que con el café, cambiando este producto por el té negro.
Eso sí, aquí un consejo: para lograr mejores resultados y poder jugar más con la tonalidad de los colores, lo ideal es que utilices las hojas secas a granel de té negro, en lugar de bolsitas. Además, es mucho más cómodo trabajar con el producto a granel, porque con las bolsas vas a tener que utilizar más.
Ahora llega tu turno. Cuéntanos si tiñes la ropa de manera natural y cómo te va. Además, será un placer que compartas en redes este artículo y que nos dejes un comentario para saber qué te ha parecido.
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